Suecia blinda sus fronteras y establecerá controles obligatorios de identidad en todas sus comunicaciones por tierra y mar con Dinamarca. El objetivo es que no entren refugiados en su territorio y reducir así la afluencia.<br /><br /> Las organizaciones sindicales y patronales han protestado alegando que se creará un gran caos circulatorio si hay que controlar a todos los pasajeros. Aquellos que no lleven su identificación serán multados. La medida empezará a funcionar el 4 de enero en todos los trenes, autobuses, incluidos los alemanes, y los ferris.<br /><br /> Estocolmo quiere además poder cerrar el puente que conecta con Dinamarca si el flujo de refugiados continúa.<br /><br /> Al otro lado de la frontera la polémica sobre los planes del Ejecutivo danés para confiscar el dinero y los objetos de valor de los refugiados para sufragar su manutención se ha cobrado su primera deserción de la coalición gobernante: el europarlamentario Jens Rohde ha abandonado el grupo.
