Washington, 25 ene (EFE/EPA).- (Imagen: Greg Miller) La capital de Estados Unidos comenzó hoy a recuperarse de la gran tormenta de este fin de semana entre guerras de bolas de nieve, voluntarios que apartan el hielo con palas y la alegría de los niños, que aprovecharon para hacer muñecos mientras las clases continúan suspendidas. <br /><br />La ciudad, centro burocrático y sede de importantes organizaciones internacionales, mantuvo hoy una inusual estampa de "Polo Norte" adornada hasta con un iglú, construido por un grupo de jóvenes durante el fin de semana y que hoy se mantuvo intacto, a pesar de la leve subida de las temperaturas. <br /><br />La tormenta -bautizada "Snowzilla", en referencia al monstruo cinematográfico Godzilla- arrojó durante casi 35 horas nieve, viento y hielo sobre Washington y los estados colindantes de Virginia y Maryland, que hoy permanecen enterrados en algunas zonas por más de medio metro de nieve. <br /><br />"Entiendo la ansiedad y el deseo de la gente de volver a la normalidad. Todos queremos que la ciudad se recupere lo antes posible", dijo durante una rueda de prensa la alcaldesa de Washington, Muriel E. Bowser, quien pidió a los vecinos un día más para que los quitanieves puedan despejar las calles. <br /><br />Con las clases suspendidas, el Gobierno federal cerrado y el transporte cortado en numeroso puntos de la ciudad, muchos habitantes de Washington aprovecharon el día para jugar, celebrar grandes comilonas con la familia y romper con palas el hielo que bloquea la entrada de casas y comercios. <br /><br />"Cada uno tiene que limpiar su área. Tenemos que limpiar todo el tiempo para que la gente no resbale. Cada cual tiene que poner de su parte", explicó a Efe Manuel López Rivera, que tiene un herbolario en el noroeste de la ciudad y comenzó a palear la nieve el sábado, cuando todavía no se había convertido en hielo. <br /><br />Ahora, con la nieve solidificada, es mucho más difícil abrirse camino y, por eso, los equipos de voluntarios se han convertido en una herramienta clave para las personas mayores o discapacitadas, atrapadas en sus casas al menos desde el viernes. <br /><br />"Lo mejor que puedes hacer es ayudar a alguien y la recompensa más grande es tener a alguien que te diga gracias", aseguró a Efe Bruce Tucker, afroamericano que ha vivido cuatro décadas en el barrio de Columbia Heights y que desde que comenzó la nevada ha ayudado a abrir los accesos de las casas de ancianos. <br /><br />"Si hay una situación así, uno tiene que ponerse las botas, el abrigo y salir a ayudar", consideró Tucker, de 1,80 metros de alto y acompañado por una recia pala de su tamaño. <br /><br />Junto a los que combaten la nieve con palas, se agolparon durante todo el día enjambres de niños que, aprovechando la suspensión de las clases, libraron grandes batallas de bolas de nieve y convirtieron en fortalezas las largas hileras de coches cubiertos por un gélido manto blanco. <br /><br />"La nieve es genial, hemos hecho un muñeco de nieve", contó a Efe Leslie Mendoza, de 10 años, que este fin se semana er