BEBEDIZO <br /> <br />¡No sé si elegir la copa transparente <br />y coloreada, o el vino sutil y purpurino! <br />Las Mil Noches y Una Noche <br /> <br />Anda, dile al puto de Aretino <br />que prepare un bebedizo para mi rival. <br />No soportaré por más tiempo a mi querida <br />yaciendo en la cama de ese chulo desmadrado. <br /> <br />Quiero una pócima digna de los Borgia, <br />sin pizca de sospecha por encima, <br />pero que lleve en sus entrañas <br />los siguientes elementos mágicos: <br />Un cabello rubio de doncella agonizante. <br />Una onza de calavera, raspada. <br />Un trozo muy pequeño de costilla de sapo. <br />Tres dientes de comadreja joven. <br />Un cuarto de ojo de murciélago. <br />La mitad del ombligo de un niño muerto. <br />El himen de una virgen extranjera. <br />Un borde diminuto de la Túnica Sagrada. <br />Un moco fresco de nuestro Santo Padre. <br />Todo eso mezclado con buen vino <br />y los últimos orines de la condenada. <br /> <br />Luego, cuando el brebaje esté listo, <br />que el puto de Aretino lo traiga personalmente, <br />lo descargue sobre la mesa y lo sirva <br />en las copas que tendré preparadas para la ocasión. <br />Ese día, como invitados especiales, <br />estarán mi ramera y su grasiento amigo. <br /> <br />De todos modos, <br />como siempre debe andarse con precauciones, <br />aunque el bebedizo es infalible, <br />propinaré sobre la espalda de mis huéspedes <br />unos golpes bien certeros con esta daga de plata.
