RUEGO A ODÍN <br /> <br />A ti, <br />el más grande del panteón escandinavo, <br />omnipresente espíritu del cosmos, <br />personificación del aire, <br />soplo de clarividencia y poesía, <br />rey de los muertos y los no nacidos, <br />amo del conocimiento universal, <br />padre y abuelo de los otros dioses, <br />líder protector de príncipes y héroes. <br /> <br />A ti, <br />dueño del trono en la mansión de Asgard, <br />desde donde vigilas con tu ojo único <br />lo que sucede en el mundo de los elfos, <br />los gigantes, los enanos y los hombres. <br /> <br />A ti, <br />dios de las batallas, Señor de los mortales, <br />te ruego me concedas tu capa azul, tu lanza <br />y el anillo cuya belleza no tiene comparación, <br />para proteger mi viaje por la Tierra <br />y andar tranquilo en el mundo de los vivos. <br /> <br />Préstame también tu sombrero de anchas alas <br />y tu casco de águila divina <br />para que adornen mi calva y me defiendan <br />de aquellos maleficios que nunca han de faltar <br />en mi errático trayecto de rapsoda <br />por los sitios más brutales del planeta. <br /> <br />Te ruego asimismo me prestes por un día <br />los cuervos que luces en tus hombros, <br />para echarlos a volar una mañana, <br />y que vuelvan rendidos al caer la tarde <br />con lo visto y oído sobre la faz de la Tierra. <br /> <br />Y esos lobos que yacen a tus pies como podencos, <br />los que alimentas con tus propias manos, <br />también los necesito para encontrar las Nornas <br />que en forma tan proclive tejieron mi destino.
