LOS CUATRO ENANOS <br /> <br />Aquellos que jamás se cansan <br />de sostener el anchuroso cielo, <br />son mis parientes remotos y cabales. <br /> <br />Por ellos me oriento inalterable <br />hasta encontrar tu cuerpo cálido <br />en noches de lluvia y de relámpagos, <br />o en los días de verano nórdico, <br />que son el paraíso prometido <br />por los augures de mi fantasía. <br /> <br />Oriente y Occidente, Norte y Sur, <br />además de ser mis familiares, <br />son mis amigos veraces y precisos, <br />que orientan mi viajar perdido <br />bajo ese resplandor que dora el día, <br />o el espejo brillante de la Luna, <br />mientras enrumbo por el mar helado <br />de mi opresora soledad noctámbula, <br />buscando tu esperada compañía, <br />lejos, muy lejos de mi bella Islandia. <br /> <br />Puntos cardinales que rubrica el tiempo <br />con la historia de todos mis ancestros, <br />bases ciertas de mi búsqueda infinita, <br />colosos que me apoyan en el cielo: <br />no permitan que se pierda el mío <br />en el foso del olvido y de la muerte.
