RUEGO A NIÖRD <br /> <br />A ti, que bendices las embarcaciones <br />cuando llegan y salen de los puertos, <br />que moras en los templos levantados <br />sobre las costas de mares solitarios. <br /> <br />A ti, que aceptas brindis y promesas <br />pronunciadas durante los banquetes, <br />donde figura también tu hijo Frey <br />como noble deidad benefactora. <br /> <br />A ti, que apoyas los asuntos marinos, <br />te ruego vuelvas hacia mí tus ojos <br />para proteger estos viajes repetidos <br />por las procelosas aguas de Noruega <br />y otras igualmente septentrionales, <br />con la intención de conquistar países <br />donde pueda encontrar dulces amores <br />y propagar el culto que mereces <br />por los siglos de los siglos... Así sea.