LAS PILATUNAS DE LOKI <br /> <br />El travieso malandrín del panteón <br />hecho tábano picó en la mano a Brock, <br />un enano valiente y solidario. <br />Pero éste siguió impulsando el fuelle <br />hasta dar forma al jabalí salvaje <br />que cruza el firmamento proyectando <br />su poderosa luz. <br /> <br />No contento con tal impertinencia <br />volvió a picar a Brock en la mejilla <br />para impedir que el pequeño fabricara <br />con grandes llamas el anillo mágico, <br />emblema permanente de la fertilidad, <br />del que caerían ocho anillos similares <br />cada nueve noches, con rigor sagrado. <br />Pero el valiente y diminuto Brock <br />tampoco claudicó en esta ocasión. <br /> <br />Siempre terco, el sinvergüenza Loki, <br />todavía convertido en tábano, <br />picó de nuevo sobre un ojo a Brock <br />para obligarlo a suspender labores <br />mientras limpiaba su rostro enrojecido, <br />descuidando así el martillo de Thor, <br />que terminó con el mango recortado. <br /> <br />Todo esto te lo cuento vida mía <br />para evitar que tengas tentación <br />de hacerle jugarretas a tu amante. <br />De lo contrario sufrirías conmigo <br />más crueldades que el malvado Loki <br />entre las manos del furioso Brock, <br />quien finalmente se vengó certero <br />uniendo lengua y boca del bandido <br />con su lezna proclive a la revancha, <br />frente a la burla de los otros dioses <br />que no cesaban de reír a ultranza.
