INTENTO DE ROBO <br /> <br />Con sus sentidos altamente agudizados <br />Heimdall despertó a la media noche <br />al oír pasos de gato y otros ruidos <br />dirigiéndose a la mansión de Freya. <br /> <br />Aguzando mejor su vista de águila <br />vio a Loki desnudo caminando <br />hacia el lecho de la bella diosa <br />para robarle su collar de oro, <br />símbolo puro de la tierra fértil. <br /> <br />Como la deidad dormía a esa hora <br />en posición difícil de arrancar la joya, <br />redujo su tamaño al de una pulga <br />utilizando la magia de las Runas. <br /> <br />Hecho esto logró bajo las sábanas <br />picar a Freya en el costado izquierdo <br />para hacerla cambiar de posición, <br />mientras mañosamente sustraía <br />el tesoro que tanto ambicionaba. <br /> <br />Heimdall se lanzó en persecución <br />del atrevido antisocial y lo alcanzó <br />decidido a partirlo en mil pedazos. <br />Al descubrir los cálculos del dios, <br />el truhán se transformó de un salto <br />en llama azul parpadeante y fina. <br /> <br />Heimdall se alzó como una nube <br />cayendo en lluvia sobre su cabeza, <br />con la intención de sofocar el fuego. <br />Entonces el rufián, ya convertido <br />en un oso gigante de amplias fauces, <br />quiso beberse el agua que caía. <br /> <br />Ágil e iracundo, el divino vigilante <br />entró con Loki en singular batalla, <br />para destrozarlo despiadadamente. <br />Después de dura y prolongada lucha, <br />el ladrón fue obligado a devolver <br />el divino collar que había robado <br />y a regresar cabizbajo y resentido <br />a su asqueroso caserón sombrío, <br />donde habita derrotado y vengativo <br />con intención de repetir la ofensa.
