7 <br /> <br />Eres un regalo para mí que soy <br />combatiente sin descanso, Gyfu, <br />cargado siempre de armas y caballos <br />en medio de contiendas y festines. <br /> <br />Tú que ofreces sin ninguna duda <br />lo más precioso que busca el invitado, <br />porque estás relacionada con los dioses, <br />que no niegan sus dones a los hombres <br />dispuestos a la lucha permanente <br />y a rezos más bien compensatorios, <br />lejos de la avaricia y la ambición <br />que impera en usureros pervertidos. <br /> <br />Sé muy bien que representas <br />lo que debe dejarse por vetusto <br />a cambio de gloria y bienestar futuros, <br />lo mismo que las altas energías <br />canalizadas por personas sabias, <br />ansiosas de mayor conocimiento. <br /> <br />Significas también la lucidez <br />que nivela la vida con la muerte, <br />la praxis del profundo axioma <br />que expresa en su lenguaje rúnico <br />la sabia realidad de tus palabras: <br />Todo don reclama otro don, <br />por ser, como las otras Runas, <br />misionera de las fuerzas mágicas. <br /> <br />Austero y público homenaje rindo <br />a tu forma de cruz que me recuerda <br />la importancia del dar y el recibir <br />en justa proporción y sin engaños. <br /> <br />Para cumplir con el sagrado rito <br />estaré de pies, afincado sobre el piso, <br />con brazos abiertos y piernas separadas, <br />imitando la silueta de una equis <br />como línea estilizada de tu cuerpo. <br /> <br />Te pido en cambio como prenda, <br />la experiencia sexual con una virgen, <br />servicial en mi cama y en su espíritu, <br />la pasión que acompaña los amantes, <br />la armonía entre todos los amigos <br />y el selecto hedonismo del pagano.
