17 <br /> <br />Tienes Tyr, la de color bermejo, <br />verdades sublimes e importantes <br />en la ruda mitología germánica, <br />donde eres soberana de la guerra <br />para defensa de la gran península, <br />mítica tierra de los escandinavos. <br /> <br />Tu cuerpo, semejante a una lanza, <br />da astucia y valor para los héroes, <br />y con golpes certeros no permites <br />que se rompa o doblegue tu figura. <br /> <br />Simbolizas la deidad que un día <br />se auto sacrificó por sus amigos, <br />cuando el lobo gigante, encadenado <br />a inclementes y rústicos grilletes, <br />cortó su mano con voraz mandíbula. <br />El dios de las armas quedó manco <br />y fue llamado: El de la mano única <br />desde tan cruenta y criminal mordida. <br /> <br />Propones derroteros consecuentes, <br />la pureza y el valor de lo celeste; <br />eres columna vertebral del mundo <br />manifiesta en el árbol Yggdrasil, <br />donde surgen sagrados juramentos <br />pronunciados por hombres valerosos, <br />de alma serena, transparente y firme. <br /> <br />Quiero invocarte inexorable Tyr <br />para lograr la justicia y la victoria <br />que fortalece mi verdad interna, <br />derrotar mis ocultos enemigos, <br />merecer permanente protección <br />y domeñar mi veleidosa suerte, <br />lo mismo que adquirir conocimiento <br />en los años que me restan por vivir.
