SEGUNDA PROCLAMA DE VERANO <br />(Con todo respeto y el permiso del Libertador) <br /> <br />Excelentísimo Señor Cupido: <br /> <br />Habéis presenciado mis esfuerzos para plantar el goce donde reinaba la desilusión. Os he servido con desinterés, despreciando la fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del ascetismo al comprender que perjudicaba mi desprendimiento. Mis amigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, al presentarme como un monstruo amoral y depravado. He sido víctima de mis perseguidores, que quieren llevarme a las puertas de la castidad. ¡Yo los perdono! <br /> <br />No desapareceré de vuestro medio porque la lealtad me dice que debo continuar estimulando vuestros más íntimos deseos. No aspiro a otra gloria que la consolidación de vuestro imperio; ambos debemos trabajar por el bien inestimable de la dicha: vos, desconociendo las calumnias de mis detractores y repudiando su fatal oscurantismo; yo, redoblando mis esfuerzos para garantizar con actos la muerte de vuestra soledad, empleando la espada si es preciso para defenderos de la mojigatería y el resentimiento. <br /> <br />Mis eternos votos son por la felicidad de vuestro corazón. Si mi lucha contribuye a que cese la envidia y se consolide vuestro reino, yo también, cuando me toque, bajaré tranquilo al sepulcro. <br /> <br />Verano Brisas (1938-2040).
