NIÑO POIRA <br /> <br />Soy dorado, alegre y juguetón, <br />y cuando los arrieros transitan <br />con sus recuas de mulas <br />por caminos de Colombia, <br />aparezco como recién nacido <br />llorando dolorido sin consuelo. <br /> <br />Al consolarme río a carcajadas <br />mostrando mis dientes gigantescos <br />y hablando con una voz tan gruesa <br />que causo terror a los viajeros, <br />aun siendo curtidos montaraces. <br /> <br />Cuando cruzan los jinetes por recodos <br />me les trepo a las ancas de sus bestias, <br />haciendo encabritar a los caballos <br />que se paran o galopan desbocados, <br />de acuerdo con sus fuerzas y resabios. <br /> <br />Hago acto de presencia en los hogares <br />y acompaño a las personas junto al río <br />mientras juego desnudo bajo el Sol, <br />y en las cálidas noches estrelladas <br />bailo alegre con los trasnochadores <br />bajo los rayos de la Luna llena. <br /> <br />Soy guapo, gracioso y bien querido <br />por los mitos vecinos de mi tierra, <br />y aunque siempre me teman los arrieros, <br />mis ocurrencias no son tan criminales <br />como dicen las lenguas embusteras.
