MADRE DEL AGUA <br /> <br />Soy un mito folclórico en Antioquia, <br />Tolima Grande y Magdalena Medio; <br />me aparezco como hermosa joven <br />de largo pelo y mirada penetrante. <br /> <br />Con mis ojos, profundamente azules, <br />fulmino a los que no quieren mirarme <br />como diosa de las aguas colombianas, <br />porque tengo los pies vueltos atrás, <br />ya que la naturaleza, firme y buena, <br />decidió protegerme de los hombres <br />con ese ardid tan inocente y sabio. <br /> <br />Persigo niños cuando se hallan solos; <br />los llamo y les sonrío con ternura <br />para seducirlos con mis ocurrencias. <br />Ellos enferman y sueñan con la rubia <br />que los ama y convida sin temor <br />a que jueguen junto al fresco río, <br />donde nadan alegres y confiados. <br /> <br />Aseguran que surgí como leyenda <br />de una española inteligente y joven <br />enamorada de un apuesto indígena, <br />con quien tuvo prontamente un hijo, <br />que luego ahogaron sus abuelos <br />en presencia del padre maniatado <br />y ultimado a la vista de su amada. <br /> <br />Anegada de dolor me lancé al río, <br />convirtiéndome en diosa de las aguas <br />sobre el violento territorio colombiano. <br />Soy por eso apasionada de los niños <br />y vengativa con los otros seres <br />que conforman la estulta humanidad.