CURA SIN CABEZA <br /> <br />Igual que otros mitos colombianos <br />aparezco en madrugadas tenebrosas <br />caminando sin cabeza <br />bajo los pliegues de mi capa negra. <br /> <br />Me presento en las casas coloniales <br />y corredores de los monasterios, <br />donde pueda espantar los moradores <br />como lo hago en Popayán y Tunja. <br /> <br />Los viernes en la noche salgo en Pasto <br />de la iglesia del convento donde vivo, <br />hasta el cementerio, y oro por los muertos <br />que pagaron misas que nunca celebré. <br /> <br />En la misma población, a ciertas horas, <br />rondo sorprendiendo a los borrachos <br />que retrasan su regreso <br />por seguir en una juerga interminable. <br /> <br />Como a niños regañados les doy sustos <br />y obligo a que retornen sin demora <br />a través de los sitios más oscuros <br />que tengan los terrenos de la vecindad.