SEXTO YO <br /> <br />Deambulo imparable entre los árboles <br />como pez en la corriente de los ríos <br />o en el agua sinuosa de los mares; <br />caprichosas turbulencias marcan <br />en el mundo mi destino, <br />pero ni el dictador más poderoso <br />vencerá los huracanes de mi espíritu. <br /> <br />Soy amigo y enemigo de los tiempos <br />con mi móvil y azarosa maquinaria; <br />viajo siempre con paso indefinido <br />y mi nunca refrendada anatomía, <br />hasta el último horizonte geográfico, <br />produciendo aluviones y naufragios. <br /> <br />Fui creado, se dice, por un monstruo <br />que quiso castigar a los vivientes, <br />incluso a las estrellas <br />y planetas que azotan el espacio. <br /> <br />Me han rendido homenaje las sirenas, <br />las águilas, los barcos, los aviones, <br />y cuando el cosmos estuvo descontento, <br />destrocé a los humanos con diluvios <br />o arenales movedizos y quemantes. <br /> <br />Modifico cada día mi carácter, <br />ante el jefe y el pequeño funcionario; <br />los destruyo o me aproximo servicial <br />con ardides tornadizos y traviesos, <br />porque sé manejar los mecanismos <br />que propulsan las hélices del viento.
