DECIMOSÉPTIMO YO <br /> <br />Soy el espíritu más noble <br />de los antiguos monarcas <br />que gobernaron a Inglaterra. <br />Mi cuna fue consentida <br />por la duquesa Igraine, <br />tras unas maquinaciones <br />del viejo mago Merlín. <br /> <br />Hombres de bastardo arrojo <br />asesinaron mi padre <br />antes de que yo naciera, <br />y el mago predijo un triste <br />futuro para mí. <br /> <br />Viví en guerra permanente <br />contra los reyes del norte, <br />a quienes mi progenitor <br />derrotó indomablemente <br />en la batalla de San Albans. <br /> <br />Larga y sangrienta es la historia <br />de mi vida y de mi reino, <br />por las traiciones arteras <br />de pérfidos cortesanos, <br />como el malvado Morded <br />y otros que aseguraron <br />poner dagas afiladas <br />entre mi cabeza y mis hombros. <br /> <br />Lancelot con sus amores <br />hurtó de mis brazos a Ginebra <br />para llevarla en los suyos <br />al castillo de la Guardia Alegre. <br /> <br />La pérdida del Santo Grial, <br />donde tantos caballeros <br />sufrieron derrotas despiadadas, <br />incluyendo a Galahad <br />cuando se fugó a los cielos, <br />fue otro dolor de mi alma. <br /> <br />Ni José de Arimatea <br />con sus santas intenciones <br />pudo evitar los fracasos, <br />coronados por mi muerte <br />en el campo de batalla. <br /> <br />Pese a todo, me torné leyenda <br />para las mentes brillantes de Inglaterra, <br />que tomaron en cuenta mis hazañas <br />como digna encarnación de su país.
