Pasa el tiempo y las posibilidades de encontrar supervivientes disminuyen. Los equipos de rescate japoneses, ayudados por el ejército, trabajan contrarreloj para intentar localizar a las personas que podrían haber quedado sepultadas tras los dos terremotos que han sacudido la región Kumamoto. <br /><br /> Las constantes réplicas (varios centenares en los últimos dos días) y los corrimientos de tierra, acentuados por las intensas lluvias, están dificultando la labor de los 15.000 efectivos desplegados en las labores de búsqueda. <br /><br /> Por el momento, se han contabilizado más de 40 muertos, pero hay decenas de desaparecidos. El número de heridos supera los 2.000.<br /><br /> “He venido aquí porque me siento más segura”, dice una mujer en el albergue para evacuados de Mashiki. “Tengo la sensación de que será más fácil escapar si fuera necesario”. <br /><br /> “No tengo ni idea de que va a pasar en el futuro”, añade otro hombre. “Mi casa ha sido destruida. No me queda nada. Hay miles de personas en mi situación. Prefiero