TREINTA <br /> <br />Ya estoy cansado de mostrar miserias, <br />por la tristeza que mi pecho siente, <br />y prefiero olvidar lo recurrente, <br />denunciado con rabia y con histeria. <br /> <br />No me importa el cretino prepotente <br />que lleva la maldad en sus arterias, <br />no transforma el insulto la materia <br />del que burla el derecho impunemente. <br /> <br />Continuaré con mi canción ardiente <br />por prados más tranquilos y amorosos, <br />decidido a llevar mi pensamiento <br /> <br />hasta el remoto porvenir naciente <br />de un tiempo menos vil y doloroso <br />como el sufrido en el actual momento.