Los estudios señalan alteraciones en la corteza prefrontal, especialmente en áreas orbitales-mediales en poblaciones antisociales y violentas. En los psicópatas los resultados neuropsicológicos son controvertidos y recientemente se han enfocado a que existe un daño específico de la corteza orbitomedial. Robert Hare ha establecido que los psicópatas en el ámbito interpersonal son presuntuosos, arrogantes, insensibles, dominantes, superficiales y manipuladores. En la manifestación de sus afectos son irritables, incapaces de establecer fuertes vínculos emocionales y carentes de empatía, sentido de culpa o remordimientos. Estos rasgos interpersonales y afectivos están asociados con un estilo de vida socialmente desviado -no necesariamente criminal-. Diversas investigaciones de neuroimagen han mostrado que existe un daño, disfunción o trastorno en la anatomía, fisiología y/o funcionamiento cognitivo de la corteza pre frontal, especialmente en áreas orbitales-mediales en poblaciones forenses. Los estudios de pacientes con daño en la corteza prefrontal, a partir del caso de Phineas Gage, sugieren que la corteza prefrontal orbitomedial juega un papel importante en la mediación de algunas conductas relacionadas con la psicopatía. El daño en esta área lleva a una condición determinada como “pseudopsicopatía” (Blumer & Benson) o “sociopatía adquirida” (Damasio) que se caracterizan por problemas con la agresión reactiva, la motivación, empatía, planeación y organización, impulsividad, irresponsabilidad, la autorregulación y la inhibición conductual.