Después del golpe militar de 1955, el gobierno de facto organizó en el Palacio Unzué una exposición en la que se exhibieron diversos bienes de Juan Domingo Perón. Perteneciente a un noticiario de la época, “El fabuloso rey Creso” recoge imágenes del evento haciendo hincapié en el valor económico de los automóviles, joyas, indumentaria femenina y objetos de arte. El relato pretende establecer una contradicción entre la riqueza exhibida y la política llevada a cabo por el peronismo y plantea que “el espíritu popular frente a estas fabulosas riquezas no puede menos que quedar entristecido porque no pertenecen al fabuloso tesoro del rey Creso, sino desdichadamente a un político argentino que quiso convencernos de su pobreza y de las muy humildes ambiciones de su vida”. La prensa dio amplia cobertura constituyó una parte esencial del proyecto pedagógico de la desperonización.Este tenía por finalidad, además de intentar propiciar y lograr el castigo a los culpables, convencer a los peronistas que habían sido víctimas de un “engaño”, por eso se manifestó en los primeros momentos a través de la exhibición de los excesos de lujo del gobierno anterior: los veintisiete automóviles del ex-presidente, varios televisores y motocicletas, las joyas y el vestuario de Eva Perón incluso se llegó a la apertura al público de un supuesto “refugio subterráneo”, similar al búnker de Hitler, construido en el edificio de la empresa editorial ALEA.
