El futuro de rinocerontes y elefantes está en juego en la Conferencia Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas (CITES) que se ha abierto en Johanesburgo. Países como Zimbabue, Namibia o Suazilandia proponen una legalización del comercio de marfil, argumentando que esa medida limitaría el tráfico ilegal y les aportaría fondos para mejorar sus programas de conservación. Una propuesta que espanta a las organizaciones protectoras del medio ambiente: “Todos los rinocerontes deben estar protegidos (...) Esas especies se están extinguiendo y es culpa nuestra”, clama Jan Creamer, presidenta de Animal Defenders, durante una manifestación paralela a la conferencia. <br /><br /> EleRhinoMarch Masses gather at start of J'Burg March. #elephants #rhino #lions Time for leaders to LISTEN CITES pic.twitter.com/Vs3Ueg85LB— Will Travers (@willtravers) 24 September 2016<br /> <br /><br /> La caza furtiva, uno de los tráficos ilegales más lucrativos del mundo, mueve unos 18.000 millones de euros al año. La insaciable demanda, en especial de Asia, de cuernos y colmillos es responsable de que 5.000 rinocerontes, un cuarto de la población mundial, hayan desaparecido en los últimos ocho años solo en Sudáfrica. En cuanto a la población de elefantes, se ha reducido en un 30 por ciento en el mismo periodo.<br />
