A tres semanas de las elecciones, las últimas encuestas confirman las tendencias. Donald Trump se atasca, con un apoyo de entre el 40 y el 45 por ciento y poco margen para crecer. Está claro que no puede ganar la presidencia si solo cuenta con la clase blanca trabajadora. Trump está peor que Mitt Romney hace cuatro años y Romney no perdió por poco frente al presidente Obama. <br /><br /> La falta de perspectivas de crecimiento explica en parte por qué Trump ha decidido darlo todo para enardecer a sus bases, mientras espera que muchos de los votantes de Obama opten ahora por quedarse en casa. <br /><br /> Entretanto, Hillary Clinton mantiene la cautela. Los responsables de su campaña están considerando la posibilidad de gastar recursos en estados conservadores como Georgia, Arizona e incluso Texas, para poner a Trump a la defensiva. Con tanto en juego, se espera otro gran cara a cara en el debate final del próximo miércoles.<br />
