LOS AMOS DEL PLANETA <br /> <br />Aprovechando la ciencia y la tecnología, <br />los amos del planeta <br />intentan conquistar el ancho espacio, <br />con la intención de invadir otros lugares <br />que les brinden un hábitat selecto, <br />donde puedan vivir tranquilamente, <br />después de abandonar la Tierra. <br /> <br />Con su ciega perversión congénita, <br />cuando logren semejante hazaña <br />mirarán la destrucción causada <br />por sus guerras y crímenes atroces <br />desde su nueva sideral vivienda. <br /> <br />Reirán, posiblemente, a carcajadas <br />observando la debacle cometida <br />contra un planeta generoso y fértil, <br />que no quisieron proteger a tiempo, <br />dada su aviesa condición de hienas. <br /> <br />Ya reducida a rocas y cenizas, <br />esta esfera lucirá como una escoria <br />en forma de trofeo escarnecido <br />por su torpeza y vocación fatales; <br />no tendrán una respuesta positiva <br />ni explicación que justifique en algo <br />su mezquina conducta ante la historia. <br /> <br />Un día, sin embargo, llegará <br />en que tales fantoches de postín <br />verán las consecuencias de su infamia <br />en el reciente apetecido suelo, <br />cuando lo tornen igualmente estéril, <br />sin que puedan, a su vez, recuperarlo. <br /> <br />En su turbia competencia empedernidos <br />seguirán dando tumbos como zombis <br />atascados en mitad de la carrera, <br />pues no querrán corregir ya sus errores <br />porque su fardo intelectual de insania <br />no les da para cumplir las leyes <br />que defienden los principios de la vida <br />en su lucha tenaz contra la muerte.