Los recientes cambios en el gabinete de la presidenta de Chile se han convertido en el arranque de un conteo regresivo hacia el final de su segundo mandato. <br /> <br />Se concreta así el sexto cambio del equipo de Michelle Bachelet en los dos años y medio que lleva de gestión con ajustes en las carteras de Deportes, Trabajo y Secretaría General de Gobierno. <br /> <br />Con 16 meses de gobierno por delante y elecciones generales en noviembre de 2017, la mandataria deberá sacar adelante las reformas que aún le quedan pendientes, como la ley de gratuidad universitaria. La aprobación de esta y otras iniciativas parece estar en peligro como consecuencia de los continuos desacuerdos en una coalición gubernamental, en la que conviven demócratas cristianos, socialdemócratas y comunistas. <br /> <br />A esta realidad habría que añadir la desaceleración de la economía mundial, que arrastró a la baja el precio del cobre —una de las principales fuentes de ingresos del Estado chileno— y que ha dejado muy reducido el margen de maniobra de Bachelet. <br /> <br />Para Fernando Palma, dirigente de la asociación de derechos humanos Francisco Aedo, “el principal problema que tiene Chile en este momento es la rabia de la gente y esto trae como consecuencia la desesperanza”. <br /> <br />El sociólogo Daniel Manzano considera que “la existencia de dificultades se debe a las reformas estructurales que no han sido cumplidas”. <br /> <br />Sonia Alda, historiadora y experta en América Latina, cree que “este es un Gobierno sin rumbo, y por tanto se generan muchas interrogantes y dificultades”. <br /> <br />Eduardo Castillo, sociólogo y director de la consultora Strategos, considera que “Chile ha sido siempre un caso particular por su desarrollo acelerado, son una singularidad latinoamericana”.