El líder socialdemócrata Liviu Dragnea ha nombrado los ministros del futuro gabinete de Sorin Grindeanu. Dragnea, no puede aspirar a la jefatura del Gobierno por haber sido condenado por un delito de fraude electoral, lo que le inhabilita según la legislación rumana. <br /><br /> La formación de gobierno ha sido lenta y con obstáculos: el presidente rumano rechazó a la primera candidata socialdemócrata a la jefatura del Gobierno, Sevil Shhaideh, sin aclarar los motivos. Se hubiera convertido en la primera mujer musulmana en dirigir un país de la Unión Europea.<br /><br /> Grindeanu aseguró: “Somos un gobierno resultado politicamente de la coalición Partido Social Demócrta y Alianza de Liberales y Demócratas, pero la política se hace en otro sitio, estamos aquí para administrar el país”.<br /><br /> Tras el visto bueno del parlamento, los ministros tomarán posesión de sus cargos en el Palacio de Cotroceni, residencia del presidente rumano.<br /><br /> La opinión categórica del líder opositor Nicusor Dan, presidente de la centrista Unión para Salvar Rumanía: “Este gobierno está formado por gente débil del Partido Socialdemócrata, y el único criterio para que estén ahí es la obediencia al Señor Dragnea”.<br /><br /> El PSD ganó las elecciones con promesas de aumentos salariales y mayor gasto social. En Rumanía el sueldo medio es de 420 euros. Una cuarta parte de la población vive bajo el umbral de una pobreza severa.<br /><br /> El progreso macroeconómico rumano no llega a la vida real de amplias cotas de la población, especialmente en zonas rurales, donde servicios sociales básicos como sanidad o educación son de muy baja calidad.<br />