El proceso de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano continúa avanzando, a pesar de algunos retrasos en el cronograma propuesto y de la oposición férrea de algunos sectores, principalmente, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe. <br /> <br />Actualmente, se lleva a cabo el proceso de implementación del Acuerdo logrado en La Habana, el cual fue ratificado en su segunda versión por el Congreso a finales del año anterior. <br /> <br />La fase en marcha comprende la dejación de armas por parte de la agrupación subversiva y los primeros pasos de su paulatina integración a la vida civil. Existen compromisos de parte y parte, que deberán cumplirse a cabalidad para que el proceso llegue a buen término, y que no constituya una frustración más para una sociedad que anhela la paz mayoritariamente. <br /> <br />Al igual que durante los acercamientos iniciales y en las conversaciones, esta fase implica grandes riesgos y cada progreso se hace en medio de un campo minado. <br /> <br />Los reproches entre las partes van y vienen, los opositores efectúan ataques a cada momento y por cualquier motivo, los oportunistas políticos, cada vez más cerca de una nueva contienda electoral, hacen otro tanto, y algunos de los más poderosos medios de comunicación le añaden leña al fuego de acuerdo con sus intereses particulares. <br /> <br />En el medio, las FARC, apostándole al proceso, pero sin dejar de contemplar los nubarrones que se forman hacia el futuro, y la mayor parte de la sociedad colombiana, esperanzada en la paz pero que se debate entre la desinformación, la manipulación y la falta de criterios fundamentados frente a la compleja realidad que varía cada día.