Mientras la mayoría de padres en el mundo buscan calmar el llanto del bebé, existe una tradición japonesa que pretende provocar el llanto del niño para ahuyentar malos espíritus. <br /> <br />La asombrosa costumbre arriba a 400 años. Cientos de padres emocionados llevan a sus hijos para que se sumen a la original celebración.
