Panamá no escapa del polémico debate mundial que ha generado la aplicación UBER desde su aparición en el año 2010. <br /> <br />Cuatro años más tarde ingresó al país centroamericano teniendo buena acogida por parte de los usuarios, insatisfechos con el servicio selectivo de transporte, principalmente en la Ciudad de Panamá. <br /> <br />Sin embargo, no existen leyes que regulen las operaciones de UBER en el país, ni compromiso por parte de la empresa en cuanto a la seguridad de sus usuarios, lo que además de peligroso incurre en una competencia desleal para aquellos transportistas adecuados a las normas. <br /> <br />Hay quienes aseguran que algunas de las premisas que hicieron a UBER llamativo en sus inicios, como su forma de cobro o como ayuda de ingreso extra para aquellas personas que tuviesen un auto, con el tiempo se han desvirtuado, promoviendo monopolios y profundizando la trasgresión. <br /> <br />No cabe duda de que si se presta la debida atención a esta problemática, se podría abrir las puertas a una profunda discusión que además de regular las operaciones de UBER en Panamá, procure el mejoramiento del sistema de transporte, protegiendo a usuarios y transportistas.
