¿Volver o no volver a Mosul? Es el dilema de unas setecientas mil personas que aún siguen desplazadas. Los combates han cesado, pero la crisis humana, no. <br /><br />Muchos ya no tienen un hogar al que regresar. En Mosul faltan servicios mínimos, como el agua o la electricidad, y los colegios y los hospitales aún tienen que ser reconstruidos. Las organizaciones humanitarias piden que no se obligue a estas familias a volver a una ciudad en ruinas. <br /><br />“Mi casa fue bombardeada por la coalición. Se habían metido dentro combatientes del Dáesh, así que la bombardearon y el segundo piso se derrumbó. Sigue en pie la planta baja, pero no hay bastante espacio para mi familia, así que seguiremos aquí hasta que mejoren las condiciones de seguridad y después volveremos a casa, si Dios quiere”, dice Khalaf Abdul Hamid, que vive con su familia en un campo de refugiados. <br /><br />Los que quedaron atrapados en Mosul vivieron un infierno. El grupo Estado Islámico se sirvió de niños y adultos como escudos humanos y ejecutó a los que intentaban huir. Mientras tanto, las bombas de la coalición llovían sin discriminar objetivos. Un ataque en marzo mató a más de un centenar de civiles.<br />