Italia ha reforzado los controles en las estaciones de tren para evitar que el flujo de migrantes llegue a otros países europeos.<br /><br />Según la Organización Internacional para las Migraciones (OlM), el 85% de los más de 111.000 inmigrantes y refugiados que han llegado al Viejo Continente este año lo han hecho a través del territorio italiano. Aunque la mayoría tiene otro destino final. <br /><br />INFO: 111 514 #migrants & #refugiés sont arrivés en Europe par la mer. 2 360 morts/disparus depuis le 1er janvier. pic.twitter.com/PCZ0lw9JGq— OIM (@ONUmigration) 21 de julio de 2017<br /><br /><br />Sadamm, de 20 años, huyó de la guerra en Sudán. Quiere instalarse en Francia o el Reino Unido.<br /><br />“Traté de viajar en tren, pero había policías. Dijeron que todo el mundo sin billete debía bajarse”, cuenta Sadamm.<br /><br />Las medidas para frenar el flujo migratorio no están funcionando. El sistema de reubicación de la Unión Europea (UE) tampoco. <br /><br />“Al llegar a Italia, con el terrible sistema de distribución, la mayoría de los refugiados tienen que quedarse aquí. Para evitarlo, el Gobierno italiano no tomaba sus huellas dactilares y eran libres de ir al resto de países europeos”, explica Francesco Cherubine, experto en temas de refugiados.<br /><br />El refuerzo de los controles llega tras las demandas insistentes de Austria, Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Hungría para que Roma cierre sus puertas. A ello, el primer ministro italiano ha respondido: “Nosotros hacemos nuestro deber y esperamos que Europa haga lo mismo, al lado de Italia”.<br />
