Es aterrador lo que esta familia grabó en la oscuridad <br /> <br />La criptozoología (del griego κρυπτος cryptos, 'oculto', ζωος zoos, 'animal' y λογος logos, 'estudio'; literalmente: 'el estudio de los animales ocultos') es una pseudociencia que se ocupa de la búsqueda de animales cuya existencia no ha sido probada. Los animales de interés criptológico son llamados «críptidos», término acuñado por John Wall en 1983.1 Esto incluye a especímenes vivos de especies extintas, como dinosaurios no aviares; animales que carecen de evidencia pero aparecen en mitos, leyendas o reportes oculares, como Piegrande, el Chupacabras o el Monstruo del lago Ness;2 y animales salvajes dramáticamente lejos de sus zonas geográficas, como gatos fantasmas (también llamados grandes felinos alienígenas). <br /> <br />La criptozoología no es una rama reconocida de la zoología ni de ninguna otra disciplina científica.2 Es un ejemplo de pseudociencia debido a que confía fuertemente en pruebas anecdóticas, relatos y supuestos avistamientos. <br /> <br />El objetivo de esta disciplina es la búsqueda de supuestos animales considerados extintos o desconocidos para la ciencia, en algunos casos teniendo orígenes de la mitología y el folclore. La criptozoología ha recibido poca consideración por la comunidad científica y el escépticismo científico,6 7 quienes la consideran una pseudociencia. <br /> <br />La criptozoología, desde un punto de vista bastante objetivo, aunque sin entrar a considerar el estudio de animales desconocidos a la ciencia y sin considerar tampoco las consideraciones de los más fanáticos, es un fenómeno cultural relevante en los medios de comunicación y la cultura de masas, que tiene un seguimiento menor que muchos deportes considerados espectáculos públicos, pero similar al fenómeno Ovni, con el que en algunos casos se relaciona. Genera un mercado de importancia económica, que en determinados casos es el principal impulsor del turismo local y rural, relacionado con el medio natural. El fenómeno-mito, vinculado ahora a los medios de comunicación, está extendiéndose a supuestos avistamientos de animales escapados, con características más o menos fantásticas y que ocupan intermitentemente a los medios de comunicación masiva. Sus características son muy variables, desde pequeños gusanos y artrópodos a grandes vertebrados, y desde animales extinguidos que "prueban" su existencia (supuestos ataques de predadores: lobos, cocodrilos, osos, buitres, jaguares, etc.) a fauna exótica, extraterrestre, mutante o creada en laboratorio escapada de centros de investigación o cría. <br /> <br />Aunque popular y antiguamente se asociaba a la criptozoología con todas las criaturas mitológicas presentes en los mitos o leyendas, los criptozoólogos modernos no se dedican a estudiar a todas estas criaturas fantásticas. Para que una de ellas sea estudiada y catalogada como críptido, debe de presentar las características anteriormente mencionadas. Mitos relacionados son tratados por escritores en lengua inglesa considerados "anomalistics", (representada en España por la Fundación Anomalía) o "fortean" y "forteanos" y divulgadores de "anomalous phenomena" y suelen quedar fuera los relacionados con los "psico" fenómenos y las "para" ciencias y los fenómenos paranormales. <br /> <br />Igualmente, la criptozoología propone dentro de su ámbito a ciertos descubrimientos de la zoología, realizados por zoólogos o por simple casualidad, los cuales son citados y utilizados como justificación de su disciplina. Entre estos animales los más conocidos son la mariposa esfinge de Morgan (cuya existencia fue predicha por Charles Darwin), el calamar gigante (del cual afirman que originó la leyenda del kraken), el celacanto (que se creía extinto), o el okapi (cuyo descubrimiento causó impacto mundial), entre otros. <br /> <br />La invención de este término suele atribuirse al zoólogo Bernard Heuvelmans, quien definió la criptozoología como «el estudio de los animales sobre cuya existencia sólo poseemos evidencia circunstancial y testimonial, o bien evidencia material considerada insuficiente por la mayoría». Su libro de 1955 «Tras la pista de animales desconocidos» es a menudo visto como el génesis de esta disciplina, pero el mismo Heuvelmans remontó dichos orígenes a Anthonid Cornelis Oudemans y su estudio de 1892 «La gran serpiente marina». Tuvo una gran influencia entre un nutrido grupo de autores, Willy Ley, que en 1941, 1945 y 1948 publicó en Viking Press, en U.S.A. "The Lungfish, the Dodo and the Unicorn" traducido a numerosos idiomas y publicado en español por Espasa-Calpe en 1963.
