EL POETA QUE LLEGÓ DEL FRÍO <br /> <br />Lobo estepario, en silencio y congelado <br />llegué, desde la insondable nada <br />hasta el centro de este sistema solar. <br />Díscolo y vagabundo, <br />fui atraído o expulsado por la gravedad <br />de astros, planetas y asteroides, <br />en mi camino hacia la vida, <br />como bola de nieve infinitesimal <br />que no cesa de crecer y multiplicarse. <br />Con diminutos bloques de hielo <br />construí hogar y produje descendencia, <br />igual que los humanos y demás especies. <br />La nube de Oort me dio licencia <br />para traer su mensaje hasta la Tierra. <br />4.600 millones de años fueron necesarios <br />para tan magna empresa. <br />Soy pequeño y débil frente a la inmensidad, <br />mas no cobarde, <br />porque la poesía da la fuerza necesaria <br />para eludir la captura de negros agujeros, <br />que acechan como hienas <br />el paso firme de los elegidos. <br />Telescopios y microscopios siguen la trayectoria <br />de mi periplo eterno. <br />Para la investigación tengo respuestas <br />sobre dudas e interrogatorios precisos. <br />A millón y medio de millas de distancia <br />me topé con Urano y con Saturno <br />en mi acercamiento al Sol, <br />donde quemaré mis últimos cartuchos. <br />Como también soy cometa, <br />dejo a mi paso una estela de posibilidades <br />para que nuevas generaciones de poetas <br />lleguen de mundos gélidos y extraños <br />a entibiar con sus versos el planeta <br />que, amoroso y gentil, nos da su espacio. <br />Dióxido de carbono, oxígeno y nitrógeno <br />me subliman y cubren de bondades. <br />Los astrónomos del mundo estudiarán <br />la forma de perpetuar tanta belleza. <br />Mientras tanto, seguiré siendo el poeta <br />errante y solitario que llegó del frío.
