Un osito de peluche, ramos de flores, mensajes escritos. Y 26 cruces. <br /><br />Son los improvisados altares en la pequeña localidad que se hecho tristemente célebre por haber sido escenario de la peor matanza por armas de fuego en el Estado de Texas.<br /><br />El pistolero disparó de manera indiscriminada y sus balas segaron la vida de niños y adultos. Entre los muertos, Anabelle Pomeroy, de 14 años, hija del pastor de la congregación.<br /><br />Sherri Pomeroy, Madre de Anabelle:<br /><br />“No solo hemos perdido a Belle, la congregación ha casi desaparecido de manera trágica. Hemos quedado muy pocos. Si Anabelle no hubiera muerto, creo que no podría haber superado el trauma de perder a tantos familiares. Por favor, recuerden lo que ha ocurrido en Sutherland Springs”<br /><br />La tragedia ha golpeado a familias enteras que asistían el domingo al oficio religioso en la iglesia bautista. 8 miembros de los Holcombe, de tres generaciones, cayeron asesinados y dos más se encuentran en estado crítico.<br /><br />“ Es muy triste porque aquí nos conocemos todos. Es un pueblo pequeño y nunca piensas que algo así pueda pasar aquí. Eso es lo que le pregunto a mi hermana una y otra vez, ¿Por qué aquí, en este pueblecito? Aquí nunca pasa nada y de repente…esto. Pero, ha ocurrido y es trágico”, lamenta Sue Soto.<br /><br />Sutherland Spings, cerca de San Antonio, tenía en torno a 600 habitantes antes del drama. En el tiroteo del domingo murió un 4% de la población local.<br />
