El país de Roberto Durán sigue siendo cantera en el deporte de las narices chatas. En la Ciudad de Panamá, en Curundú, en un lugar donde antes funcionaba un hangar, existe hoy el gimnasio “Pedro Alcázar, el rockero”. Allí, diariamente, jóvenes de las zonas de menos recursos económicos de la capital del istmo acuden para dar un paso hacia el progreso, a través del boxeo.
