Eran las 11:00 de la mañana e Ismael, quien desde hace dos años usa silla de ruedas, se encontraba en la calle Olímpica frente a un puente, que solo tiene escaleras, con dos opciones: arriesgar su vida para cruzar el libramiento o avanzar unos 200 metros para llegar hacia el otro puente peatonal, el cual sí tiene rampa, que se encuentra por la avenida Españita y cruzar de manera segura.<br /><br />En León, para una persona que utiliza una silla de ruedas no es nada fácil cruzar una avenida haciendo uso de un puente peatonal, ya que algunos solo tienen escaleras, lo que los hace imposibles para las personas inválidas, o los que tienen rampas, que algunas son tan inclinadas que de igual manera son difíciles de sortear, por lo menos así lo vive Ismael cada que intenta cruzar alguna vialidad.