<p>Después de una semana de disturbios, Atenas parecía haber aplacado la llama de la violencia. Incluso en los actos de protesta, las velas habían ocupado el lugar de los cócteles molotov. Sin embargo, este sábado a última hora, la plaza del Parlamento se transformó de nuevo en escenario de conflicto, donde agentes y manifestantes interpretaron su evidente falta de entendimiento. Todo volvió a comenzar, frente a los escudos, las amenazas, los gritos, las carreras. Y el fuego que parece devorar las calles. Finalmente, los agentes lograron desalojar la sentada pacífica organizada frente al Parlamento, pero desataron con ello la ira de cientos de jóvenes que se cobraron sus ganas de justicia incendiando el mobiliario urbano.</p><br /><br />
