<p>Un año mas, y casi desde hace 50, las hordas vikingas desembarcan frente a las Torres del Oeste, de Catoira&nbsp; a bordo de su nave, la Drakkar y de dos goletas. Llegan por mar y nada mas pisar tierra, ya&nbsp; descubren sus bárbaras intenciones, mostrando sus armas, dando sus gritos de guerra y buscando los toneles de vino tinto, que es su tesoro mas preciado. Rememoran así ante miles de personas que llenan la explanada donde se celebra la fiesta, los intentos&nbsp; de los bárbaros, dirigidos por Thor, por conquistar estas tierras, allá por el siglo X. Aunque hoy más que conquistas bélicas, parecen tener otros objetivos, como el vino y las mujeres. Aquí no faltan los gritos fervorosos invocando a su diosa Ursula, al vino tinto y sus alaridos guerreros. A pesar de su pose, estos vikingos no son tan fieros como parecen, y se dejan fotografiar con el público, se convierten casi en un souvenir, y se dedican, en ausencia de enemigos de su talla a 'pelearse' espada en ristre con los niños. Miles de personas acuden a esta fiesta que se celebra cada año en Catoira y que en cada cita acoge a mayor número de visitantes.</p>
