ANV no se presentaba a las elecciones, pero había pedido a sus seguidores que no fueran a votar. La izquierda abertzale asegura que su estrategia ha funcionado porque la abstención ha sido muy pronunciada en los ayuntamientos vascos. En la mayoría de estas localidades más de la mitad de los llamados a las urnas no han votado. El dato más extremo se ha registrado en un municipio de Guip
