<p>En Estados Unidos, a unas horas de la tradicional cena familiar de Acción de Gracias, la realidad diaria para muchos ciudadanos es la pobreza y la necesidad. Colas cada vez más largas para poder entrar en los comedores sociales en el peor año de la crisis.&nbsp; Aquí les espera lo que para muchos abundaba hasta hace bien poco en sus propias mesas, el menú tradicional de pavo al horno, puré de patatas y pastel de calabaza. Quienes les atienden aseguran que el desempleo ha disparado la demanda de comida en estos centros y tan sólo en Nueva York, más de 3 millones de personas, 2 de cada 5 habitantes, tienen problemas económicos para poder llevarse cada día algo al estómago.Una realidad que también han comprobado en Los Ángeles las propias estrellas de Hollywood, jóvenes o legendarias como Kirk Douglas.&nbsp; Compromiso que también ha mostrado en Washington el presidente Barack Obama, acompañado de su mujer y su suegra en un comedor social repartiendo alimentos . Labor solidaria a la que ha sumado el tradicional indulto del pavo de acción de gracias ofrecido al presidente, el primero de su mandato que ha querido hacer por partida doble.</p>