<p>Han quedado en libertad en pocas horas, después de los graves incidentes de Pozuelo. Desde la Comunidad de Madrid se pide más contundencia. La juez decidió ponerles en libertad a la espera de conocer los cargos que se le imputan a cada uno. Pero, en general, están acusados de desorden público, daños y lesiones. Lo malo es que probablemente sean sus padres, al menos los de los menores, los que acaben pagando las multas de una noche de descontrol. La mayoría no tenían antecedentes graves, no son delincuentes habituales, pero hoy eran portadas de periódicos. Probablemente no tenían planeado tanta violencia, todo surgió como consecuencia de unas copas de más, y amparados en la protección del grupo. Todos son muy jóvenes, rondan la veintena, y su aspecto es muy diferente a los radicales antisistema que estamos acostumbrados a ver en otros altercados graves.</p>
