<p>28 años y 27 años. Dos miradas que se apagan por la sinrazón de un brutal atentado terrorista. Dos vidas truncadas en este caso por el simple hecho de ser guardias civiles. Por haber elegido dedicarse a los demás. Carlos Saenz de Tejada había nacido en Burgos. LLevaba en el cuerpo un año y medio y destinado en Palma, llevaba exactamente un año, 12 meses. A sus familiares les queda su recuerdo. Diego&nbsp; Salva, natural de Pamplona. El era alumno en practicas y no llevaba en la Guardia Civil ni siquiera un año. Ahora sus amigos muestran su rabia a través de las redes sociales, donde lo despiden con mensajes emotivos.</p>
