<p>México contiene la respiración sin terminar de entender cómo comenzó el brote de gripe porcina. Pero una megalópolis de 20 millones de habitantes nunca se termina de paralizar ni por el miedo. Desde el momento en el que se pone el pie en México se ve la alarma. Las tripulaciones aterrizan ya con mascarillas puestas para evitar el contagio. Todo pasajero que lleva la máscara se la pone. En pocos días, los habitantes del distrito federal de México, más de 20 millones, se han habituado a algo completamente nuevo.Además de vidas, la gripe está costando millones de pesos. Los que viven del turismo lo están pasando mal. Sufren también los bares de comida donde la clientela ha bajado bastante. A los únicos a los que no les va mal es a las farmacias, que han vendido todas las mascarillas.Desde el lunes, las autoridades reparten mascarillas en todo el transporte público que mueve cada día a millones de personas.</p>
