<p>7:42 de la tarde en Italia y la tierra tiembla de nuevo. Vuelve el miedo. De nuevo se ven las nubes de polvo de los edificios que se derrumban. Los bomberos huyen a la carrera y se multiplican los gritos y los nervios en otros puntos de l'Aquila. Pánico que provoca la muerte de un infarto de un anciano de 76 años.Es la réplica más fuerte del gran terremoto que ha sido superior a los cinco grados. Un día con cuatro nuevos seísmos. Los cuatro los siente atrapada entre unas ruinas Eleonora, una chica de 20 años con problemas de audición. La encuentran viva 42 horas después de la tragedia. la suerte ha querido que una viga maestra la proteja del peso mortal de los escombros, los mismos que siguen sepultando a otra chica. Los aplausos por Eleonora se convierten otra vez en silencio cuando retiran un nuevo cadáver. Ya son 235 muertos y más de mil heridos.A plena luz del día y desde el aire continúan evaluándose los daños. Un pueblo hecho cascotes, tomado por los bomberos y prácticamente vacío de vecinos. La mayoría está en estos campamentos que continúan desbordados. Son 2.400 tiendas para 17 mil personas.</p>
