<p>Seis días después del doble terremoto de Lorca, las familias siguen abandonando sus casas. Los bomberos y la policía examinan el estado de todos los inmuebles y desalojan incluso a las familias que ya habían regresado a sus hogares. Toda precaución es poca. La gente siente tristeza e impotencia al ver que no pueden entrar a sus casas.</p>
