<p>Los duques de Cambridge han pasado su noche de bodas en el Palacio de Buckingham, donde celebraron una fiesta por todo lo alto que se alargó hasta las tres de la mañana. A la gran fiesta que convirtió la residencia de la reina Isabel II en una discoteca, asistieron los familiares y amigos de los recién casados, entre ellos, el Príncipe Carlos y su esposa, Camila. Poco antes de la cena y posterior celebración nocturna, las cámaras captaron al Príncipe Guillermo y su ahora esposa, saliendo de Clarence House, la residencia de su padre, el Príncipe Carlos, rumbo a Buckhingham. La novia, que ayer dejó de ser Kate para convertirse en Catalina, volvió a deslumbrar por la noche con un vestido de la misma diseñadora de su traje de novia, Sarah Burton, en esta ocasión de color blanco,&#160; satén y acompañado por una chaqueta de angora. Tras la boda, han comenzado las especulaciones sobre el destino de la luna de miel, que apuntan que la pareja ha elegido un destino soleado, aunque se desconoce cuál.</p>
