<p>La intervención internacional no ha sido suficiente. Misrata continúa siendo territorio de Gadafi. Las señales de defensa de su líder se mezclan con las de la embestida de los rebeldes, y el odio a quien les apoya. De momento, el acceso a la ciudad está bloqueado por los fieles al líder. Ahí quedan los restos de algunos de los 178 ataques aéreos que la coalición internacional realizó ayer.En Sirte, la ciudad natal de Gadafi, se han reforzado los controles y confían en la victoria. Confían en parar un avance rebelde que se ha quedado a 120 kilómetros de la ciudad a la espera de la ayuda internacional. Una ayuda que puede llegar desde Londres. Allí, hoy, se reúnen representantes diplomáticos de más de 40 países, entre ellos árabes y organizaciones internacionales. Intentarán perfilar las líneas trazadas ayer por videoconferencia. Definir la dirección política que debe seguir el país tras su dictador.</p>
