<p>El colectivo de familias afectadas por el caso de los niños robados durante el franquismo y los años 80 está desbordado ante la gran cantidad de denuncias que les llegan.&nbsp; A las 261 denuncias que había se suman ahora otras 1.000. La mayoría de muchas mujeres que durante años han callado sus dudas y que ahora quieren resolverlas. Es el caso de Loli Díaz, madre de un niño robado.&nbsp; Ella dio a luz en Sevilla en la madrugada del 10 de diciembre de 1974. Cuenta que tras el parto una enfermera entró en la habitación y le dijo que había tenido dos bebés, un niño y una niña. Pero a las pocas horas otra enfermera llegó a su habitación y cambió la historia. Le dijeron que había tenido sólo uno, una&nbsp; niña. Después Loli pudo ver como otra enfermera se fue a la cuna y cogió al niño y se lo llevó.&nbsp; Aún así preguntó y le contestaron que ese niño que se llevaban no era suyo. Pero ella, que estaba sola en la habitación, no le creyó. A los pocos días se le ocurrió pedir un informe médico de su hija. La sorpresa fue que le dieron el informe médico del niño en vez del de la niña. Papeles que durante estos años no ha dejado de mirar y que acreditan que, además de a su hija, tuvo un hijo que pesó tres kilos y medio al nacer. Loli dice que lo único que quiere ahora es conocer a su hijo antes de morirse y que sepa que no lo abandonó. Porque sin ese hijo, el álbum de su vida, está incompleto.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;</p>
