<p>Es la hora del café y en los bares ya no hay humo en el ambiente, pero sí cierta frustración por parte de los fumadores. Los que han salido fuera a echarse el cigarrito se lo toman con humor o muy en serio. Y, frente a la autoridad moral de los no fumadores, encontramos a una chica que acaba de dejarlo y que, tal vez, coja unos kilos. Un señor fuma en Madrid el cigarrito de antes de la comida y las chicas el del aperitivo. Es el primer turno de menús en el primer día laborable de la prohibición. Los fumadores piden un invierno suave para que el cigarrito no les deje congelados.</p>
