<p>Toca volver al colegio en el medio rural. La creciente despoblación y los criterios de reagrupación de alumnos de escuelas de distintas aldeas en una sola para ahorrar, están condenando a muchos centros a desaparecer. En un pueblo de Orense, la llegada de niños de otras comunidades, ha evitado el cierre de una de estas escuelas. Han venido a Vilariño y no de vacaciones. Viene para quedarse. Manoli se encargó de buscar familias con niños para evitar el cierre del único colegio del pueblo. La oferta era inmejorable. Una vida tranquila en medio de un gran paisaje y viviendas por un alquiler simbólico. Acaban de conocer a Cristina y a Raúl, han venido desde Barcelona con sus dos hijos. Más de 400 familias se han interesado por la oferta hecha por el municipio. Para ser elegidos sobre todo había que estar dispuestos a cambiar de vida, a vivir por y para el campo y a ser emprendedor. El miércoles se estrena nuevo colegio. Veinte niños nuevos van a garantizar la supervivencia de un pueblo. Si no fuese por ellos, Vilariño en poco tiempo quedaría borrado del mapa.</p>
