<p>El mejor ciclista de todos los tiempos, el único que ha ganado en siete ocasiones la carrera por etapas mas exigente del mundo, tira la toalla. No ha querido seguir luchando por una inocencia que dice mantener a pesar de su renuncia. Un abandono que implica reconocer la derrota. Bajar la cabeza y desechar el mejor palmares ciclista de la historia. Su nombre se esfumará y será cambiado por los que quedaron en segunda posición. Demasiado esferzo para nada. El pasado 29 de junio, la agencia antidopaje estadounidense acordó de forma unánime presentar formalmente cargos de dopaje contra él, aseguró entonces que al menos diez excompañeros suyos podían testificar en su contra y mantiene todavía que existen pruebas de sangre totalemente consistentes. Armstrong habría mantenido un sistema de dopaje sistemático desde 1999 a 2005. Demasiado tiempo, tanto como duraron sus triunfos.</p>
